martes, 18 de noviembre de 2008
Allí era, pues, adonde estaban ellos, sentados en la roca más grande de la gruta, mirando soñadoramente el fuego y dejando caer, al acaso, una que otra palabra impersonal, una puteada. El más gordo, el hombre de anchos hombros y cara diminuta, parecía sentirse avergonzado cada vez que Julián le pasaba el cigarrillo; pitaba velozmente, humedeciendo a su pesar buena parte del cilindro tembloroso. Julián, sereno, lo miraba, silbaba, sonreía.
lunes, 15 de septiembre de 2008
QUÉ JORNADA
En la hora más poblada
de la noche
aparece tu cara
calcinada.
Qué incendio ha sido, entonces,
qué jornada
la que cegó los gestos
que me dabas?
de la noche
aparece tu cara
calcinada.
Qué incendio ha sido, entonces,
qué jornada
la que cegó los gestos
que me dabas?
jueves, 12 de junio de 2008
ESCRIBIR EN EL TECLADO
Creo que ahora sí me gusta escribir directamente en el teclado, aunque antes yo pensaba que la escritura manuscrita guardaba una estrecha relación con la niñez (porque uno de pequeño aprende a escribir a mano) y por ende con el inconsciente, es decir allí donde todos hemos dejado sucesos escondidos que tuvieron lugar en nuestra infancia.
Y en mi caso, cuáles serían esos sucesos escondidos?
Ah, bueno, para poder contestar esa pregunta voy a necesitar días y noches regados de vino blanco y devaneo.
Y en mi caso, cuáles serían esos sucesos escondidos?
Ah, bueno, para poder contestar esa pregunta voy a necesitar días y noches regados de vino blanco y devaneo.
viernes, 1 de febrero de 2008
lunes, 28 de enero de 2008
FANTASMA
Paso las largas tardes
escribiendo relatos para nadie.
Si me levanto, acaso, de la silla
que está frente al monitor
de la PC,
el fantasma que habita este lugar
lee los relatos que urdo
para nadie
y sonríe.
Yo no sé si sonríe
porque halla cierta gracia
en lo que escribo
o bien porque él sí sabe
(mejor que yo lo sabe)
que solamente escribo
lo que escribo
para él.
escribiendo relatos para nadie.
Si me levanto, acaso, de la silla
que está frente al monitor
de la PC,
el fantasma que habita este lugar
lee los relatos que urdo
para nadie
y sonríe.
Yo no sé si sonríe
porque halla cierta gracia
en lo que escribo
o bien porque él sí sabe
(mejor que yo lo sabe)
que solamente escribo
lo que escribo
para él.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)